Esta larga e imprescindible entrevista a Pablo Iglesias de 24 de enero demuestra a las claras que ni la crisis institucional en Catalunya ni las nuevas revelaciones sobre la corrupción del PP ni la catastrófica pérdida de derechos laborales, ni la subida de los alquileres ni las amenazas sobre las pensiones, ni el fracaso electoral de Catalunya en Comú-Podem, ni el descenso electoral de UP que vaticinan las encuestas ni su calidad de líder estatal peor valorado han sido capaces de devolver a Pablo Iglesias a la realidad.
Muy al contrario, Iglesias ha optado por atrincherarse en el discurso fantasioso de 2014, y opina que UP tiene «un margen de crecimiento enorme» y que «nos va a ir bien«. Igualmente, asegura que el «bloque reaccionario que ha arrastrado al PSOE» (es decir, del que forma parte el PSOE) no tiene soluciones y nosotros sí; que , a pesar de lo que pueda indicar el resultado de las elecciones catalanas, nuestra propuesta territorial «ya ha calado y forma parte de un sentido común mayoritario» (sic) y que la prueba de que él es el líder más adecuado para UP son los ataques que recibe de sus adversarios (sic)
En resúmen, Pablo Iglesias sigue opinando que, básicamente, lo hacemos todo muy bien; mantiene incólume su visión maniquea de la lucha entre los buenos (nosotros) y los malos a los que vamos a derrotar (todos los demás); se niega a entrar en el análisis y a sacar consecuencias del giro hacia la derecha en España, en Europa, y en el mundo y, finalmente, nos invita a alimentar una confianza religiosa en la victoria política y electoral de Unidos Podemos.
Tan reconciliado está con su propia trayectoria que, hace pocos días, reeditó su propuesta de moción de censura al PP sobre la base de -agarrarse que vienen curvas – un acuerdo entre Unidos Podemos, el PSOE, el PDCat, ERC y el PNV. A nadie se le escapa que, en las actuales circunstancias, semejante fórmula, además de ser inviable en la práctica, sería incapaz de desarrollar una acción de gobierno mínimamente coherente y supondría una repetición, corregida y aumentada, de los errores cometidos por Catalunya en Comú-Podem en las elecciones del 21-D. Pero todo esto, claro, no tiene particular importancia para quien considera la realidad una molestia de la que es posible prescindir
El relato de Iglesias es útil para enardecer y fidelizar a una parte (cada vez más pequeña) de la base militante y electoral de Unidos Podemos y – dato importante – para consolidar a sus actuales dirigentes, pero, desde el punto de vista ciudadano, este relato es una ruina y una de las causas principales de nuestro continuado descenso electoral.
No lo lamento por nosotros, es decir, por IU, por Podemos, por las Mareas o por Unidos Podemos como tal. Percibo mucha cobardía entre dirigentes de Podemos que prefieren aguardar a que UP fracase para decir con claridad lo que piensan y también percibo escaso sentido común entre dirigentes de otros partidos que, ante la debilidad de Iglesias, lo único que ven es la oportunidad de ganar peso e influencia en la la coalición.
Mientras nosotros andamos por estos jardines, todo indica que, si ahora se convocaran elecciones, la suma de PP y Ciudadanos dispondría de una holgada mayoría. Dicho de otra manera: el 2018 vamos a estar más lejos del cambio que España necesita que en 2017, de la misma manera que, el 2017, estuvimos más lejos del cambio que en el año 2016.
En este contexto de tsunami neoliberal, de pérdida de derechos sociales y de avance de la derecha y de la extrema derecha en casi todo el planeta, necesitamos partidos de izquierdas plurales pero que sean capaces de hacer tres cosas: mirar la cruda realidad de frente, diseñar estrategias de cambio que partan de esta realidad y voluntad de entenderse entre sí
Esto es lo que la gente necesita y lo que, desgraciadamente, Unidos Podemos, con Pablo Iglesias a la cabeza, no es capaz de darles
La entrevista no es más que otro de los muchos exponentes de las limitadas facultades intelectuales de este sujeto. Si eso es lo mejor que puede ofrecer la izquierda para liderarla apaga y vámonos. Has acertado nuevamente con tu ilustración, Eberrhard.
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Todo irónica descalificacion y ni un solo argumento de lo que supuestamente habría que hacer. Claro que entre PP y Cs tendrían mayoría absoluta, y si no llegarán ya les ayudaría el PSOE. Ola derechista como consecuencia, no de los errores que pueda cometer Pablo Iglesias, sino del alineamiento del PSOE con la derecha «jacobina» y retrógrada. Se puede presentar una moción de festa aunque solo fuera para reforzar a los fiscales, jueces y policías que luchan arriesgandose sin medios adecuados contra la corrupción, y convocar inmediatamente elecciones. Pero no es posible porque el PSOE no tiene capacidad de regeneración, forma parte de la degeneracion del país. Su trabajo es impedir un cambio progresista. Esa es su función y la va a desarrollar cueste lo que cueste. Más le valdría criticar esto a Grosske que echar tierra sobre el propio tejado, aunque hace tiempo que no sepamos cual es realmente su tejado.
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Imanol. El artículo versa sobre el hecho de que Pablo Iglesias no se de por enterado de que lejos de derrotar al bloque constitucional del 77 (ver su discurso en la investidura de Rajoy) Unidos Podemos ha pasado de un 24% en 2015 (suma de Podemos confluencias e IU) a un 21% en 2016 y a un 15/16% en las ultimas encuestas. Y de que, lejos de darse por enterado, nos augura, como siempre grandes triunfos de cara al futuro. Una fantasmada que acompaña a otras que se mencionan en el artículo. A ti, por lo visto, no te importa la bajada electoral de UP o el fracaso brutal en Catalunya y crees que reflexionar sobre ello es «tirar piedras en nuestro tejado». Yo opino lo contrario El seguimiento perruno a un líder que se equivoca y que no da pie con bola no es querer a la organización política, sino todo lo contrario. En cuanto a mis ideas para hacer las cosas de otra manera te remito a la página del blog que está justo debajo de la foto de los inmigrantes y que se llama Una nueva política, de verdad https://grosskeizquierdaunidaymas.com/documentos/ y también otro artículo de título muy parecido https://grosskeizquierdaunidaymas.com/2017/02/06/una-nueva-politica-de-verdad-para-desatascar-la-izquierda/
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ES QUE VAMOS A CIEGAS, QUERIDO EBERHARD. SI ESTAMOS SUPEDITADOS A LOS VAIVENES CASI ENFERMIZOS DE PI, AL COMBATE DESIGUAL DE PI CON LA REALIDAD POLÍTICA, A LA AVARICIOSA CERRAZÓN DE PI A ACEPTAR UNA REDISTRIBUCIÓN DE FUERZAS, A LA FALTA DE RESPETO DE PI A LAS BASES DE TODOS LOS GRUPOS INTEGRANTES DE LA COALICIÓN -EN ESPECIAL A LAS DE SU PARTIDO, EN LAS QUE CONVIVEN CIENTOS DE PI’S- Y, POR ÚLTIMO, AL COMPLACIDO «LAISSEZ FAIRE» DE ALBERTO GARZÓN, CON SU NO MENOR DESCONEXIÓN DE LOS INTERESES DE LAS CLASES POPULARES, ES QUE, EN EFECTO, VAMOS A CIEGAS, Y EL BOFETÓN ELECTORAL Y POLÍTICO PUEDE SER DE LOS QUE DAN MIEDO.
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Gracias por tu comentario Fernando. Yo lo diría de manera menos cruda pero, básicamente, estoy de acuerdo con lo que dices
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Salta !!!!Grodske, salta!!!
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Encantado de saltar si tú me lo pides pero dónde y para qué?
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Ayer estuve viendo un vídeo de hace algún tiempo en el que Pablo Iglesias ridiculizaba a Ciudadanos ridiculizándoles por no tener apenas representación en casi ningún ayuntamiento,mientras UP gobernaban en los principales ayuntamientos de España.Yo estaba pensando en la «paliza» que nos han dado en las elecciones catalanas y como debería estar mordiéndose la lengua el citado PI.Es muy peligroso meterse a «profeta».
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Hacer de profeta es muy peligroso, tienes razón, pero esto no exime de analizar el presente ni de prever el futuro en la medida de nuestras posibilidades. Si no, es como ir a ciegas
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