6 pronósticos
1.- No habrá referéndum el 1-0. Este no es un pronóstico arriesgado: es un hecho que conocen perfectamente todos los actores en presencia.
2.- El 1-0 no va a ser el final de nada, será el principio de una nueva y larga etapa.
3.- En estos momentos, el bloque independentista no tiene otra opción que dar la batalla e intentar la convocatoria del referéndum hasta el último aliento. Lo necesita para salvar la cara, lo necesita para movilizar a la ciudadanía el próximo día 11 se Septiembre y, sobre todo, sobre todo, lo necesita para intentar volver a ganar en las elecciones autonómicas que, sin duda, convocará en breve
4.- Impedir el referéndum del 1-0 tendrá un coste muy grande en términos de radicalización política, de fractura social, de responsabilidades personales, de episodios de desobediencia civil y de sucesos más o menos violentos
5.- En este contexto, el bloque independentista convocará elecciones para aprovechar el rebufo de la represión del 1-0. Es su última oportunidad para obtener una mayoría holgada en vez de la mayoría agónica actual.
6.- Es difícil vaticinar el resultado de las próximas elecciones catalanas porque, entre tanto, van a pasar demasiadas cosas en muy poco tiempo, pero, en todo caso (y salvo el improbable caso de que el bloque independentista fracase estrepitosamente), el periodo postelectoral abrirá un periodo de negociación política con el Estado por dos razones: porque el PP tendrá muy difícil mantener indefinidamente la cerrazón que tan buenos resultados le ha dado en el resto de España y porque el gobierno catalán tendrá difícil volver a poner en marcha sin más un nuevo tren a ninguna parte.
…y 4 criterios generales
1) La disputa por la soberanía de los territorios es un tema permanentemente vivo, eterno y recurrente desde mucho antes que las palabras política y soberanía existieran.
2) La ley expresa y sirve a determinadas realidades pero no las predetermina ni las momifica. Dicho de otra manera (y para que Rajoy lo pueda entender): la función de las Constituciones no es definir la realidad social y política sino expresarla y contribuir a su mejor organización
3) Los grandes cambios en la soberanía de un territorio determinado requieren amplios consensos sociales internos. Los referéndums de independencia que pueden ganarse con el 51% de los votos e independientemente de la participación pueden ser legales pero no son sensatos
4) Los partidos independentistas catalanes plantearon las últimas elecciones autonómicas como un plebiscito y lo perdieron porque el independentismo obtuvo menos votos que los partidos no independentistas (obtuvieron más diputados pero en los plebiscitos se cuentan los votos, no los escaños). Las encuestas posteriores de la propia Generalitat indican que Catalunya sigue partida por la mitad y, últimamente, con ligera ventaja de los contrarios a la independencia). En resumen: la posición actual de Junts pel Sí i la CUP es una huída hacia delante como respuesta al impresentable inmovilismo del gobierno del Estado: no la respuesta a una presión social claramente mayoritaria. Dicho de otra manera: en condiciones normales (es decir, obviando el actual choque de trenes institucional y el bloqueo demencial de la política española y catalana) ni siquiera sería interesante para el independentismo plantear ahora un referéndum sobre esta cuestión.
Gracias a ti amigo
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Gracias por tu análisis Eberhart.Lo veo bastante acertado.
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Pues algo parecido nos espera en Baleares, si se le sigue dando alas a MËS, pronto encenderán la mecha del Soberanismo. Por cierto si Mae sale elegida Sec. Gral. de Podem Balears, el sustituto natural es Toni Verger, y ya estarían con representación Parlamentaria.
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Tienes razón: la situación en Catalunya radicalizará a Mes y , además , en un momento de cambio de liderazgo que siempre hace la situación más fluida y propicia a los cambios. Veremos
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