Susana Díaz quiere ganar las primarias sobre la base de dos grandes premisas:
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Presentar a Pedro Sánchez como un perdedor que ha llevado al PSOE a sus peores resultados electorales y
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Presentarse a sí misma como la candidata capaz de convertir al PSOE en un partido ganador y capaz de reeditar las mayorías absolutas obtenidas en su día por Felipe González y Zapatero.
Ambas premisas, como los abalorios sin valor, son tan llamativas como falsas
Para comprobar que Sánchez no está asociado a la pérdida de votos del PSOE basta poner unos pocos datos sobre la mesa:
Elecciones generales y europeas de 2004 y Elecciones generales de 2008: el PSOE de ZP las gana con un 43% de votos en los tres casos. Es una época de burbujas, de crecimiento económico y de declaraciones triunfalistas como la de que la solidez de nuestro sistema bancario lo situaba a la cabeza de Europa (ZP dixit)
Llega la crisis y el giro político neoliberal y, consecuentemente, las pérdidas electorales. Primero moderadamente (un 5% en las europeas de 2009) y luego aparatosamente: Rubalcaba pierde un 15% de votos en las elecciones generales del 2011
Por último, llegan las elecciones europeas de 2014 y el PSOE, con Rubalcaba al frente, baja aún más hasta situarse en el 23%: una cifra aparatosamente similar al 22,7% obtenido por Sánchez en las elecciones del año 2016!!.
Si analizáramos las elecciones andaluzas, obtendríamos datos similares: poco tiene que ver el 51% de Chaves en el 2004 con el 35% de Susana Díaz en las elecciones del 2015
En resumen: si se tratara de buscar culpables que personificaran la pérdida de voto del PSOE en la última década, éstos se encontrarían, básicamente, en la primera fila y en la tribuna de oradores del acto de presentación de la candidatura de Susana.
Sin embargo, este planteamiento de candidatos perdedores y candidatos triunfadores es simplista y poco serio. La caída electoral del PSOE tiene que ver con la crisis económica y, también, con el avance de la derecha en Europa, con la crisis identitaria de la socialdemocracia, con el aparatoso hundimiento electoral de los socialistas en Grecia, con la fragmentación y la espectacular pérdida de apoyos en Francia, con el desastre holandés, la crisis del Partido Democrático en Italia y la crisis del laborismo inglés, entre otros
En este contexto, prometer que van a volver los buenos tiempos, sencillamente, “porque yo lo valgo”, es un insulto a la inteligencia. Pero, sin duda, es más fácil – aunque más conservador- decirle cosas bonitas e ilusionantes a la militancia para obtener el poder interno que enfrentarse con la realidad y diseñar un camino practicable para cambiarla . Esto es, imagino, lo que quiere decir Pedro Sánchez cuando habla de abandonar la nostalgia y construir una izquierda del siglo XXI
Ahora mismo, la realidad de Europa y de España es que la derecha y la extrema derecha avanzan, que los derechos sociales, laborales y civiles retroceden y que casi ningún partido de izquierdas tiene expectativas reales de obtener una mayoría absoluta. En España, donde Unidos Podemos y el PSOE están empatados con un 20% de votos, esta imposibilidad es evidente y quien diga lo contrario, lleve coleta o melena leonada, falta a la verdad.
En estos casos, tener la voluntad de tejer alianzas sobre programas es imprescindible para que algo cambie en sentido positivo. Dicho de otro modo: en las actuales circunstancias, el sectarismo y la prepotencia – vengan de donde vengan – son una ruina para los sectores de la ciudadanía que decimos defender
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Como siempre muy clarividente Eberhard.
Un gran abrazo.
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Emilio, te me vas a perder… o talvez me esté perdiendo yo… o tal vez ambos encontremos el camino correcto 😉
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desde que se constituyo IU, siempre hemos apostado por alianzas programaticas….cosa que incluso en algun momento tuvimos reuniones ad hoc con el Psoe…..pero…..no llegamos a nada???
lo que no es de recibo son alianzas personales incluso dentro de un partido coalicion etc….que han desvios hacia alianzas de personas….. y no todas las personas tienen idiologia, ni practicas positivas…como el psoe del siglo XX han demostrado….
esta señora parece demostrar que confia en algunos personajes no muy recomendables ….tendre que leerme las propuestas !!
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Las propuestas de Susana Díaz cabrán en un papel de fumar. No hace falta estar demasiado pendientes de ellas. Las alianzas programáticas sólo podrán venir en el caso de que los partidos las deseen (y este no es el caso de Susana ni el de Pablo Iglesias)
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