
Intentar entender el procés es extraordinariamente difícil: está lo que se dice y lo que se piensa realmente; lo que se hace y lo que sólo se amaga… Se reivindica la validez del referendum del 1-0 pero, al mismo tiempo, se reclama otro referéndum; el Parlament proclama hace 6 meses el carácter «antidemocrático y antisocial» de la Constitución pero pasa por el aro de las obligaciones constitucionales (incluyendo en temas tan fútiles como la retirada de pancartas durante la campaña electoral)
Cuál es la clave para entender esta confusión? PUES QUE LA SOCIEDAD CATALANA ESTA PARTIDA EN D0S MITADES PRACTICAMENTE IGUALADAS
Da igual que la última encuesta del CEO diga que ha bajado el porcentaje de independentistas – ojo, en plena juicio del procés – o que, en las autonómicas, salgan vencedores unos u otros según tengamos en cuenta los votos o los escaños: con la actual correlación de fuerzas no hay manera de que Catalunya sea independiente pasando por encima del Estado y de la Constitución.
El independentismo político tiene la obligación moral de decirle la verdad al independentismo social y de diseñar nuevas estrategias que pasen, fundamentalmente, por dejar de darse topetazos contra la pared.
Mi pronóstico es que, tarde o temprano la mayoría de los independentistas cogerán esta senda pero, cuanto más tarden en hacerlo, más grande será la factura social y personal, más difícil será diseñar una solución con visos de ser viable y, muy importante también, más difícil será convencer a la mitad de los catalanes que son refractarios a la independencia
Això ja és pbsessió. Només els independentistes tenen obligacions morals?
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