Mi testamento: Casado es peor que Le Pen y…

Desde hace casi tres años estoy predicando que la izquierda está en una situación muy delicada, que UP no iba a asaltar los cielos y que los vientos que soplan desde Europa son muy peligrosos.

Sin embargo, me equivoqué porque me quedé corto: nunca creí que Unidos Podemos se desinflaría como lo está haciendo antes de las elecciones autonómicas y municipales, que, a día de hoy, habría surgido una fuerza de extrema derecha como Vox y, peor aún, que tendríamos un Partido Popular empeñado en ser más de derechas que el propio Vox.

No debemos tomar a broma que, en un mismo día, Casado haya llamado a Sánchez chovinista del poder, ridículo, catástrofe para España, incapaz, irresponsable, ridículo, ególatra, desleal, mentiroso compulsivo y, mucho menos, que también le haya llamado okupa, ilegítimo, felón y traidor a la patria (nada menos!). Sigo bastante de cerca la política francesa y puedo aseguraros que Marine Le Pen no sería capaz de usar este lenguaje, que, por supuesto, lo de traidor a la patria hubiera ocasionado un terremoto político de primer orden (en detrimento de Le Pen) y que, en el tema del aborto, Le Pen tampoco se hubiera atrevido a expresarse como lo hizo ayer Pablo Casado

Aquí, en cambio, no pasa nada. España se está acostumbrando a la degradación política, al amarillismo político y al amarillismo mediático como si esto no tuviera consecuencias y como si esto no fuera el caldo de cultivo para un retroceso brutal desde el punto de vista democrático, social y cultural

Es más: en estos momentos de acoso al gobierno, no han faltado barones y ex-dirigentes socialistas que se han permitido el lujo de ir más allá de la manifestación de una discrepancia puntual para clavar la daga en el Secretario General que tuvo la osadía de vencerles en las primarias y no han faltado partidos, como el PCE (eje vertebrador de IU), que, recientemente, han considerado oportuno «romper toda colaboración con el gobierno socialista» por el tema de Venezuela

Iglesias y Garzón pueden estar contentos porque su sueño de acabar con el «despreciable» espíritu de la transición se ha cumplido plenamente. El «pequeño» fallo que cometieron estos genios es ignorar que, con la correlación de fuerzas que existía en este país y en Europa, cuando el espíritu de la transición explotara, no sería para hacer la revolución sino, como algunos pronosticábamos, para meternos en la caverna

Mi testamento

Mi testamento es invitar a toda la gente progresista de este país a prescindir del ruido ambiente y tomar conciencia con tranquilidad de lo que nos espera si se confirma lo que están diciendo las encuestas.

La independencia de Catalunya ni está ni se la espera porque el independentismo no tiene fuerza (ni siquiera en la propia Catalunya) para llevarla a cabo, Pero si se instala un 155 «largo y duro» como el que promete la reacción lo que sí habrá es una enorme crispación social, una fractura social que será dificilísimo restañar y un crecimiento del independentismo en Catalunya, en Euskadi y en otras comunidades.

Por otra parte, lo que también significará el probable gobierno tripartito es que el derecho al aborto será recortado, las políticas de igualdad minimizadas, la xenofobia se verá incrementada, los sindicatos pintarán poco o nada, los derechos sociales y laborales serán recortados, se menguarán muchos servicios públicos, las políticas sociales menguarán, la laicidad del Estado será conculcada, el respeto a la población LGTBI retrocederá, la memoria histórica será desnaturalizada, la escuela pública será ninguneada y la corrupción (la de verdad) reverdecerá… entre otras muchas cosas

Que todo esto no suceda es L-A U-N-I-C-A P-R-I-O-R-I-D-A-D

Hay que dejar de aparecer en los medios sobre la peana del último petardazo mediático y hacer un discurso hacía la ciudadanía serio, coherente y centrado en lo fundamental

Desde el progresismo, sostener el gobierno de Sánchez es obligado en estos momentos, independientemente de sus errores o vacilaciones que no tienen por qué ocultarse… pero que no deben ser usados por otros partidos en el marco de la viejísima estrategia de debilitar al PSOE para ver si se consigue arrebatarle un par de votos.

Desde el punto de vista electoral, no hay condiciones para armar candidaturas progresistas con carácter general, pero la desagregación y la confusión en el ámbito de la izquierda tampoco puede traducirse en candidaturas testimoniales sin posibilidad de obtener representación institucional. En definitiva: haciendo gala de ello, se ha de hacer en cada caso y en cada circunscripción lo que más sume y lo que mejor sirva para frenar a la extrema derecha y revertir la actual situación

La ciudadanía no necesita partidos pendientes de sus conflictos internos ni de sus «juegos de tronos». Necesita, sencillamente, partidos que estén por ellos con compromiso, sinceridad, claridad y rigor

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2 respuestas a Mi testamento: Casado es peor que Le Pen y…

  1. Emilio Alonso Sarmiento dijo:

    Apreciado Eberhard. Ya sabes que soy un optimista radical, y que mis análisis, para bien o para mal, derivan de esa condición.
    Desde el primer momento consideré y así lo dije, que UP era un artefacto con poco recorrido. Pero sí, también me ha sorprendido la velocidad a la que se ha desinflado.
    También era de esperar, me parece, que antes o después, los ultras camuflados en el PP, salieran a cara descubierta.
    En cuanto a Casado, me ha encantado su esfuerzo por recuperar el viejo idioma castellano. Un verdaderos hallazgo lo de «felón», desde los tiempos de Lope de Vega y Calderón de la Barca, no se utilizaba. Y me temo que su estrategia de reclamar el espacio ultra para si, se demostrará un error. El ciudadano, al final, prefiere el original a la fotocopia.
    Las mentes finas en el análisis político, como la tuya, ya habían percibido lo obvio, si el equilibrio de la Transición se rompía, lo haría hacia la derecha ultra, no hacia el asalto al Palacio de Invierno.
    En cuanto a Cataluña, cuesta pensar que algunos líderes, de verdad crean que «cuanto peor mejor». Un 155 permanente, si hará crecer el porcentaje de independentistas catalanes ¿y? Bombardearán la Generalitat a cañonazos como en 1934.
    Y respecto a algunas de nuestras viejas glorias ¿qué decirte? No han digerido la estrepitosa derrota en las primarias, y están envejeciendo muy mal. Lástima deberíamos sentir, antes que cólera, por su devenir.
    Un abrazo muy especial.

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