La verdadera y sobrecogedora lectura de los resultados del 21-D es que, punto arriba, punto abajo, la mitad de los catalanes está a favor de la independencia y la otra mitad no.
Es la misma situación que se produjo hace dos años pero peor: hay más confrontación, más enquistamiento y la altísima participación ni siquiera permite pensar que haya una bolsa significativa de abstencionistas indecisos
Si el Ulster y Euskadi han sobrevivido al siglo XX, quiere decir que todo puede ir a peor sin que el mundo se pare, pero calificar esta situación de sobrecogedora no es una exageración y exigiría que TODOS los partidos se pararan a pensar, con respeto y preocupación, sobre lo que la ciudadanía catalana ha expresado el 21-D.
Desgraciadamente, no es el caso. Cuando veo a los independentistas exultantes por haber «ganado» y por formar un gobierno que – pequeño detalle – no podrá llevar adelante su programa; cuando veo a C’s exultante por ser los que más votos han obtenido en Catalunya o a Hernando invitando a Arrimadas a intentar formar gobierno me doy cuenta de que la mayoría de políticos siguen de espaldas a lo que EL CONJUNTO de los catalanes han manifestado y siguen jugando a la Guerra de las Galaxias en un siniestro espacio interestelar ajeno a la compleja, evidente y preocupante realidad catalana. Sólo el PSC y, más recientemente, Catalunya en Comú-Podem parecen dar síntomas de entender e intentar responder a lo que está pasando.
La solución para Catalunya no puede venir de dejar las como están, de medidas alicortas tipo mejora de la financiación catalana ni puede venir a corto plazo – esto es importante – de soluciones aparentemente atractivas tipo «referéndum pactado y con garantías«.
¿Por qué este referéndum no es ni posible ni conveniente como solución a corto plazo?
En primer lugar, porque tenemos una Constitución muy explícita con la unidad del Estado y que, para ser reformada en esta materia, exige procedimientos larguísimos e hipercomplejos (recomiendo este esquemático artículo sobre el tema)
En segundo lugar, porque, en una situación de empate técnico entre partidarios y contrarios a la secesión, echar al aire una moneda en forma de referéndum para ver si sale un punto más de tal o cual opción me parece una frivolidad inadmisible. Situaciones así necesitan, a corto plazo, soluciones políticas parciales que fluidifiquen la situación, que rescaten a Catalunya del atasco, que abran nuevas perspectivas y que sean objetivamente beneficiosas para la ciudadanía catalana.
La única solución real a un problema de esta magnitud no puede ser otra que poner codos, inteligencia y altura de miras y abrir el melón de la reforma constitucional y redefinir la articulación territorial del Estado español de una forma más flexible, más democrática, más justa y mejor adaptada a la realidad de nuestra pertenencia común a la Unión Europea.
No creo que haya otra
Bueno… vamos a poner las cosas en su sitio. Dices varias cosas que merecen reflexiones separadas. En primer lugar, que resulta anómalo que Cataluña sea una comunidad cuyo Estatuto no es el aprobado en referéndum. Conviene recordar que sólo las autonomías ‘pata negra’ exigen referéndum para su reforma (creo que ahora Valencia también). En mi tierra, Asturias, ni votamos por referéndum el Estatuto ni ninguna reforma del mismo. Y no nos rasgamos las vestiduras ni pedimos por ello la independencia. Pero volviendo a tu comentario, el hecho de que una ley sea aprobada por referéndum no la exime de control constitucional. Faltaría más. El Estatuto de Sau no ha sido tumbado por el TC «a instancias del PP» como dices. De los 114 artículos que se denunciaban en el recurso del PP sólo fueron ‘tumbados’ 14, y otros 27 fueron objeto de aceptación con una interpretación ‘constitucional’. Al revés de lo que la gente piensa la inmensa mayoría del Estatuto fue preservado gracias al apoyo de los magistrados progresistas que hicieron un gran esfuerzo para conservarlo en su gran mayoría. Pero era evidente que había artículos que eran manifiestamente inconstitucionales hasta el punto de que ni los progresistas pudieron sostenerlos. Fue la propaganda nacionalista la que vendió, y con mucho éxito por cierto, la falacia de la mutilación del Estatuto. Si gente tan sensata como tú lo han comprado, qué decir de los nacionalistas ya convencidos. Para ellos esa Sentencia fue una bendición porque les ha servido de disculpa para plantear la autodeterminación. Yo a los catalanes que tanto lloran por su Estatuto mutilado por el TC se lo cambio por el que tenemos en Asturias sin mirarlo. Esto nos a lleva a tu segunda reflexión, la de la necesidad de reforma constitucional como mantra para apaciguar las ansias de los independentistas catalanes. No dudo que sea conveniente una reforma constitucional sobre el modelo territorial. Pero desde luego no al gusto de los independentistas. Tras 35 años de régimen autonómico hace falta una reflexión sería de lo que ha funcionado bien y mal en las autonomías. Ver qué convendría descentralizar o descentralizar aún más, y también qué recentralizar. Y a partir de ahí establecer unas normas claras en la Constitución de lo que han de gestionar y con qué dinero la autonomías o los estados federales (si se prefiere) y lo que permanece como competencia estatal o federal. De lo que precisamente adolece nuestra Constitución es de exceso de flexibilidad. Esto de que a cada poco se hagan reformas estatutarias con las ocurrencias del mandamás de turno en cada autonomía no puede seguir por más tiempo. Saludos y feliz año.
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Hola Javier, gracias por tu nuevo comentario. Básicamente, tienes razón con lo que dices. La inmensa mayoría de comunidades podrían darse con un canto en los dientes con el Estatuto catalán y también es cierto que entre lo tumbado por el constitucional había algunas cosas que eran más simbólicas que de contenido… pero me reconocerás que lo simbólico también juega un papel importante en cuestiones como la que nos ocupa. Muy de acuerdo con lo que dices de racionalizar el modelo territorial que, efectivamente, se ha ido configurando sobre la marcha. Yo pienso que hay cosas que deben ser comunes a todo el Estado (como en la UE hay disposiciones y mandatos que son comunes a todos los Estados miembros) y que, paralelamente, hay cuestiones en las que la comunidades deberían poder organizarse a su manera. Es un debate para hacerlo con seriedad y con rigor y esto, desgraciadamente, no es algo que abunde en estos momentos ni en Catalunya ni en el conjunto del Estado
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Dices primero, al descartar el referendum pactado, q exigiria reforma d la Constitucion, y q eso es muy dificil, etc. Dices mas adelante q la solucion es nueva articulacion territorial del Estado, mediante reforma constitucional… ¿En que quedamos?¿en este caso la reforma sera facil? Por qué? Pactar un referendum con todas las garantias es la solucion q tu rechazas y en cambio obvias la complejidad de la reforma que planteas los meses y meses d debates para definir y acordar la tal articulacion q dices.
Aplicar el resultado d un refendum sobre independencia si o no, no puede ser 50/50, no se trata d la moneda al aire. Entre lo acordado se incluiria, por supuesto, el tanto por ciento aceptable.
Catalunya, dada la situacion provocada por Rajoy con su indolencia desde hace 5 años, su miopia poltica, etc, dada la sinrazon d los indenpentistas, puede hallar la via definitiva con un referendum d verdad, democratico d verdad, legal d verdad. ¿es imposible en la Democracia?
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Hola tonitho, gracias por tu comentario. Sin duda, no me he explicado bien. Abrir la `puerta a la segregación del Estado es de las reformas constitucionales «complicadas», las que implican mayorías cualificadas, disolver cortes, volver a votar, reiteración de la propuesta por las nuevas cámaras y, finalmente, celebrar un referéndum en el conjunto del Estado. La que yo propongo con carácter inmediato mejoraría la organización territorial del Estado sin abrir el melón de la secesión. No sólo es un objetivo más viable sino que el procedimiento es más sencillo: mayoría del 60% sin disolver cámaras para reiterar la decisión y referéndum sólo si lo pide el 10% de las cortes.
Por otra parte tienes razón: la convocatoria de un referèndum sobre la independencia puede exigir una mayoría cualificada que sorteara lo de «la moneda al aire». Debería haberlo mencionado en vez de dar por bueno el modelo del independentismo catalán del 1-0: 1 voto más era suficiente, hubiera la participación que hubiera
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Coincido contigo en que el problema que se presenta es de gran magnitud y que hay que poner codos, inteligencia y altura de miras. Otra cosa es lo que se entiende por «codos, inteligencia y altura de miras». Propones para ello que hay que «abrir el melón de la reforma constitucional y redefinir la articulación territorial del Estado español de una forma más flexible, más democrática, más justa y mejor adaptada a la realidad de nuestra pertenencia común a la Unión Europea».
Lo último parece evidente pues siendo la CE del año 78 -cuando no pertenecíamos a la UE- parece claro que no está adaptada a esa realidad de pertenencia a la UE. Ello no obstante llamo tu atención en este punto a dos circunstancias que son relevantes: la primera es que el hecho de no estar adaptada la CE a la UE no ha impedido a nuestro ordenamiento jurídico implementar la normativa europea a lo largo de todos los años que llevamos ya dentro de ella, es más, ese silencio legal ha evitado que las normas constitucionales pudieran actuar de corsé respecto de la normativa europea, impidiendo la aplicación o la trasposición al derecho del Estado de la normativa europea; la segunda, es que nuestra pertenencia a la UE y la aplicación en España de la normativa europea tampoco ha generado ni exacerbado el conflicto territorial que ahora nos asola y preocupa, y sin embargo si pueden plantearse tensiones en el proceso de reforma constitucional sobre este punto si las CC.AA., particularmente las que todos sabemos, pretenden restringir los poderes negociadores del Estado en los foros europeos, respecto de aquellas cuestiones para las que tienen transferidas competencias en sus Estatutos de Autonomía.
En cuanto al resto de tu propuesta de reforma constitucional, por ser suave diría que es un tanto difusa. ¿Qué entiendes por redefinir la articulación territorial del Estado español de una forma más flexible, más democrática, y más justa? Para ello tendrías que explicar primero por qué consideras que la articulación territorial del Estado carece de estas bondades, y después concretar cual es tu propuesta de modelo territorial para conseguirlas y sobre todo razonar en qué medida eso va a conseguir contentar a los independentistas que lo que quieren en el fondo y en la forma es marcharse, sin importarles ni poco ni mucho el modelo territorial del Estado. Un saludo.
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Hola Javier, gracias por tu comentario y perdona la tardanza en contestar (me he dejado llevar por la vorágine del cambio de año). Sobre la primera parte de tu comentario, estoy muy de acuerdo con todo lo que dices. En cuanto a la parte final mi propuesta es efectivamente difusa porque lo que se necesita es una reflexión global hecha con calma y buen juicio (algo no demasiado frecuente en la política española, me temo). En todo caso, Cataluña necesita como el pan salir de la anomalía de ser una comunidad en la que Estatuto vigente no es el aprobado en referéndum. Recuperar el Estatut de Sau (tumbado por el Tribunal Constitucionala instancias del PP) mediante una reforma constitucional sería un mínimo necesario aunque seguramente no suficiente: ahora se requiriría una reforma más ambiciosa en Catalunya pero no sólo en lo referente a Catalunya sino al modelo general
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