Apreciado Alberto,
He leído que mañana rompes tu retiro mediático y que vas a la Cuatro y a La Sexta. Me alegro porque estoy necesitado de alegrías y estoy seguro de que me las vas a dar.
La consecuencia electoral de cuatro años de gobierno del PP es que este partido ha perdido 49 diputadxs (quedándose a 38 de la mayoría absoluta) y que la izquierda, en su conjunto, ha ganado 32 diputadxs. Esto son datos puramente aritméticos e incontestables. Dicho en votos: el 54% de los votantes del 26-J votó a partidos que querían enviar al PP a la oposición, un 13% votó a un partido que tenía una posición abierta sobre este tema y un 33% voto al único partido que, explícitamente, deseaba ver al PP repetir en la Moncloa
No obstante, la percepción social mayoritaria es que “la gente” ha seguido votando a Rajoy a pesar de la corrupción, el paro y los recortes y que “lo lógico” es que el PP continúe gobernando otros cuatro años.
La causa de esta ilusión colectiva es triple: la presión extraordinaria de los grandes poderes económico-mediáticos, la presión de los partidos políticos al servicio de los anteriores (incluyendo el sector del PSOE comandado por Felipe González) y la falta de presión de una buena parte de la izquierda víctima de la depresión y el ensimismamiento y demasiado ocupada en hablar de errores pasados, en dibujar nuevas estrategias en la tablet y, sobre todo, en librarse a la excitante tarea de los ajustes de cuentas internos.
Yo espero y deseo, que, en tu retorno mediático, nos vas a alegrar la vida con un discurso absolutamente distinto. Un discurso que no se centre en cuestiones internas de los partidos (ni de IU, ni de Unidos Podemos ni de los demás) porque éste es todavía el tiempo de la ciudadanía, el tiempo de respetar y gestionar la expresión electoral de su voluntad; un discurso que empiece por dar las gracias a lxs millones de ciudadanxs que han hecho posible el crecimiento de la izquierda en general y de la izquierda de la izquierda en particular; un discurso que se comprometa a transformar esta energía ciudadana en un esfuerzo político denodado, durante los próximos años, a favor de todo lo que hemos estado defendiendo; un discurso donde dejes claro que, aunque los resultados electorales no permiten que se pueda aplicar lo más importante de nuestro programa (y, por tanto, no nos permiten gobernar), vamos a estar disponibles para propiciar la constitución de un gobierno lo más favorable posible a este amplísimo segmento de la ciudadanía cuyos intereses nos hemos comprometido a defender.
La gente incluye también en la política conceptos tan elementales como “mal menor” y “minimización de daños” o, dicho de forma más pedestre, prefiere vivir en Guatemala que en Guatepeor. Sólo lxs políticxs (desgraciadamente muy abundantes) que subordinan los intereses de la ciudadanía a la competencia con los otros partidos y a los juegos de poder dentro de su propio partido son capaces de jugar a “cuanto peor mejor”. Pero esto, Alberto, es la expresión misma de la vieja política, ésta que es imprescindible erradicar.
Un fuerte abrazo.
PS : Sólo para que quede constancia y después de la intervención de Garzón en Al Rojo Vivo, «pego» el video de la entrevista Sobrio, integrador,lúcido, riguroso y, sobre todo, centrado en los problemas de la ciudadanía: estuvo francamente bien http://
Estimado, amigo y compañero Historiador y político como tu mismo te defines: yo soy obrero manual e iletrado, porque hasta los 18 años estuve guardando vacas y segando por las campiñas andaluzas, por eso no tengo la capacidad intelectual ni el tiempo ni las ganas de contestarte punto por punto a todo lo que planteas sobre Alberto Garzón, S. Carrillo pablo Iglesias, Errejón, I.U. y Podemos. pero si quiero decirte alguna cosa, soy militante del P.C.E. desde 1959, también viví aquellos tiempos y los anteriores ya que tengo 82 años, en esos momentos era miembro de la comisión de emigración del comité central del P.C.E. por tanto lo viví desde primera fila, pero no solo la viví, sino que la compartí, apoyé, defendí y sufrí. eso no me impide ni me puede impedir, reconocer y autocriticar los errores garrafales que cometimos, los abandonos de principios que hicimos, la dejación de tareas que debimos acometer y que no realizamos, la marginalidad a la que se sometió a muchísimos camaradas que habían dado lo mejor de sus vidas, cundo no sus propias vidas en la lucha antifranquista, para en su lugar, aupar a arribistas, oportunista y revisionistas de toda calaña y de aquellos «·lodos estos polvos». Estas «discrepancias» ideológicas, políticas y organizativas me suenan tan…rancias que no me gustan nada, se asemejan demasiado como para no levantar mis sospechas. porque capacidad intelectual no tengo, pero olfato e instinto de clase tuve y tengo lo suficiente como para saber donde estoy y a donde quiero ir.
Ampliar el campo de acción todo lo que se pueda Si. aspirar a gobernar Si…¿ pero con quien y para que?. ¿ para repartirnos los pasteles sin invitar al pueblo a nuestra mesa? prefiero comerme yo solo una mierda. No se si me entiendes, es que los de pueblo somos así. Salud y Socialismo Revolucionario. Con República por supuesto.
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Mi artículo no es una defensa de Carrillo ni del carrillismo, ambos ya difuntos desde hace tiempo. Es una crítica a que se saquen del armario sus fantasmas para atacar a la disidencia interna dentro de IU y de UP. Na más que eso (y nada menos)
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no tengo más que añadir estoy hasta más arriba de discusiones estériles que no sirven más que para distraer. más acción concreta y menos palabrería. al grano que la paja no me interesa .
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